¿Por qué son importantes los químicos y los regentes en el mundo de la farmacéutica?

Por un lado, el químico se encarga de la planificación, proyección y ejecución de procesos de producción y control de calidad, tanto de los medicamentos como de los productos fabricados por la industria cosmética y alimentaria.

Por otro lado, el regente es responsable del amparo y la dirección de los establecimientos farmacéuticos, orientados a la distribución y dispensación de medicamentos y otros productos para la salud, belleza y cuidado, mediante la adquisición y custodia de la conservación adecuada, con designación de forma expresa de las entidades de vigilancia y control.

Esta profesión es integral, lo cual les permite vincularse en grupos de investigación para desarrollar nuevos medicamentos, productos farmacéuticos y contribuir al desarrollo de soluciones terapéuticas que aporten salud y bienestar a la sociedad.

Aparte de la gestión de los productos, tienen la capacidad de asesorar a los clientes para hacer efectiva una compra ya que su profesión les permite especializarse en diferentes áreas como la atención farmacéutica, farmacia clínica, farmacia hospitalaria e industrial, por lo que sus funciones son variadas según su campo laboral.

Funciones generales del farmacéutico:

• Dispensar los medicamentos prescritos al paciente, informando sobre las contraindicaciones y posibles efectos secundarios.

• Garantizar que los clientes reciban la dosis indicada por el médico tratante.

• Debe elaborar fórmulas magistrales de diferentes medicamentos prescritos, para ello debe saber calcular, medir y mezclar los diferentes componentes que sean requeridos para el fármaco.

• Asegura y garantiza el uso adecuado de los medicamentos.

En conclusión, nuestros regentes de farmacia son guardianes de la calidad, son un pilar fundamental para garantizar el buen funcionamiento de los procesos que exige la OMS (Organización Mundial de la Salud).